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Tere Rocha

Bienvenidos

SOMOS ENERGÍA, VIBRACIÓN Y FRECUENCIA

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Decía Nikola Tesla:

«Si quieres entender el Universo, piensa en términos de frecuencia, energía y vibración.»

Todo está formado por moléculas, y estas a su vez se componen de átomos y estos de protones, neutrones y electrones que  vibran produciendo energía. Por lo tanto, todo vibra y está en constante movimiento.

Todo a nuestro alrededor es energía.

La conocidísima ecuación de Albert Einstein sobre la Energía (E=MC2) expuso que la energía y la materia están directamente relacionadas y que pueden transformarse la una a la otra.  Con esta fórmula desbancó la física clásica de Issac Newton y dio lugar a un nuevo entendimiento sobre el funcionamiento del mundo a través de la física cuántica.

Esta última revela que las partículas diminutas que componen la materia son también ondas de energía que pueden actuar bien como partícula o como onda.

«La energía no se crea ni se destruye solo se transforma»

En la física cuántica, la energía y materia no pueden existir en una misma realidad si no solamente en la probabilidad. Esto significa que nuestro mundo físico está compuesto esencialmente de ondas y partículas que conforman entidades cuánticas y que solo existen en forma de infinitas posibles realidades. Estas se manifiestan en la realidad, en lo que conocemos como nuestro espacio-tiempo, una vez que son observadas.

La humanidad siempre ha creído que la naturaleza del universo era ordenada y, por lo tanto, previsible  y explicable. Para Descartes y Newton, la realidad estaba predeterminada y la humanidad apenas podía influir en los resultados. Pero doscientos años después de Newton, Albert Einstein evidenció que la energía y la materia están tan ligadas que son lo mismo. Descubrió el extraño comportamiento de la luz, unas veces se comportaba como onda y otras como partícula. Para el modelo de Descartes y Newton esto era imposible, o la luz era partícula o era onda. Aquí surgió la física cuántica, la cual descubrió que:

  • los átomos se componen de espacio vacío, que son energía. Es decir, todo lo físico no se compone de materia, sino de campos energéticos o de patrones de frecuencia de información. La materia es más nada (energía) que algo (partícula).
  • a nivel subatómico los elementos básicos del átomo no se rigen por las leyes de la física clásica. Los físicos cuánticos descubrieron que es la persona que está observando las infinitesimales partículas del átomo la que afecta la conducta de la energía y la materia.

Los experimentos cuánticos demostraron que una partícula no puede manifestarse en la realidad, es decir, en el espacio-tiempo tal y como lo conocemos, hasta que no es observada. La física cuántica llama este fenómeno “colapso de la función de onda” o “efecto observador”. O sea que, a nivel subatómico, la energía responde a tu atención y se convierte en materia.

¿Pero a la práctica qué quiere decir todo esto? Pues, que si somos capaces de imaginar un acontecimiento, esta realidad ya existe como potencial en el campo cuántico. Podemos utilizar nuestra mente, como el observador, para colapsar las partículas cuánticas y organizar una infinidad de ondas subatómicas de probabilidad en una situación física deseada llamada experiencia vital. Y si la materia está hecha de energía, tiene sentido que la conciencia y la energía estén tan ligadas que sean lo mismo. Por lo tanto a nivel básico somos energía con conciencia, nuestra mente puede moldear la energía como si se tratara de arcilla.

En el modelo cuántico, el universo físico es un campo de  información inmaterial, interconectado y unificado, que en potencia lo es todo pero físicamente no es nada. El universo cuántico está esperando a que un observador consciente llegue e influya en la energía en forma de materia potencial con su mente y su conciencia, para que las ondas de probabilidades energéticas se manifiesten en materia física.

Esta información es crucial para entender cómo puedes producir un efecto o hacer un cambio en tu vida. Cuando aprendes a mejorar tu capacidad de observación para afectar a tu destino, ya estás en el camino de vivir la versión ideal de tu vida.

Todo esto apunta a que uno no está separado del mundo que observa y que normalmente define como algo separado o exterior. Su percepción determina la forma de su realidad. Todo lo que existe en nuestra realidad física existe como puro potencial y es nuestra mente la que moldea la energía de las infinitas posibilidades tal y como queremos.

Podemos concluir, por tanto, que el universo físico es un campo de información interconectado que potencialmente lo es todo pero que no es nada físicamente. Solamente la mente del observador consciente es capaz de influir en la energía para que las ondas energéticas se manifiesten de forma física.

Una vez que logramos comprender este concepto y aprendemos a mejorar nuestra capacidad como observadores para afectar nuestro destino, nos adentramos en el camino que nos llevará a vivir la mejor versión de nosotros mismos y de nuestra vida.

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